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La Universidad Nacional de Misiones es parte de la historia de SIU-Guaraní

Continuamos homenajeando los 25 años del SIU-Guaraní en el boletín InfoSIU con el testimonio de una universidad que formó parte de la historia de los inicios de este proyecto: la Universidad Nacional de Misiones.

La UNaM fue la segunda universidad en implementar el SIU-Guaraní. El lanzamiento se realizó en febrero del año 2000, en la Facultad de Humanidades y Sociales. A diferencia de la Universidad Nacional de Córdoba (ver nota en InfoSIU #137 ) que implementó el sistema en etapas, esta Facultad lo hizo de una vez.

Esta unidad académica se caracterizaba por su cantidad de carreras, y por lo tanto, de planes de estudio, lo cual impulsó una mejora en las interfaces de usuarios del sistema. Esta institución integró la comisión de universidades que participaron del desarrollo del módulo de gestión académica. 

En esta imperdible charla con InfoSIU, Horacio Kuna, quien fue Coordinador General del Área de Sistemas de Información cuando la UNaM implementó el SIU-Guaraní, nos cuenta los pormenores de aquella gesta de los inicios.

Horacio Kuna “¿Para qué conocer la historia? No solo para preservar la memoria institucional sino también para comprender cómo se llegó a la situación actual, qué aprendizajes podemos tomar que nos sirvan para el futuro, y también para inspirar a las nuevas generaciones”, sostiene Kuna.

InfoSIU: ¿Cuál era la situación en la universidad antes de implementar SIU-Guaraní?

HK: Había sistemas en DBF, con Visual Basic, absolutamente inseguros, cada Facultad tenía su propia herramienta, no estaban coordinados entre sí y no había ninguna integración. Los sistemas tenían dueños, pero no me refiero a un dueño institucional, sino a personas que tenían todo el manejo sobre los datos y los contenidos de las bases de datos. En ese contexto aparece la propuesta de participar en el comité de desarrollo del sistema SIU-Guaraní con otras universidades.

Por primera vez nos encontramos con Erwin, una herramienta key profesional, que funcionaba bajo Windows. Empezamos a trabajar con herramientas key bajo DOS, con bases de datos relacionales de tipo comercial como Informix, con lenguajes como Power Builder. Para nosotros era como estar en Silicon Valley, pasamos de nuestras precarias bases de datos a un mundo que parecía muy tentador, con esta filosofía de “solos somos débiles, nos tenemos que integrar”.

InfoSIU: ¿Qué desafíos se les presentaron?

HK: Los desafíos y las tensiones fueron enormes y variados. Un gran problema fue la migración y los grandes desafíos técnicos, ya que no teníamos ni siquiera el equipamiento necesario para soportar la nueva tecnología. Había tensiones entre el rectorado y las facultades (cada facultad tenía su implementación, pero estaba coordinada desde rectorado), así como entre el personal de planta y el personal contratado. Nosotros éramos personal contratado, docentes que empezamos a trabajar en la gestión. La universidad contrató a un docente para el área de sistemas, que era yo, y a otra persona para el área de comunicaciones, para que armemos un equipo, estamos hablando de 25 años atrás, donde la profesionalización era mucho menor, nosotros aún no teníamos egresados en estas áreas.

Hubo también tensión entre el área docente y el área de IT, aunque después terminamos teniendo una buena sinergia, donde yo volcaba en la carrera lo que íbamos aprendiendo en el SIU, también lo que aprendíamos en la carrera lo volcaba en el área de gestión. La resistencia al cambio existía, esto implicaba un cambio en el status quo. Algunos sugerían: “quédense unos pasos más atrás, que otros prueben y después nos sumamos”. El aprendizaje fue que cuando hay que innovar, hay que tener el valor de animarse a cambiar.

Los dos grandes apoyos fueron la comunidad de trabajo que se formó con un alto compromiso en la tarea por parte de cada uno de sus integrantes, y el apoyo político. Contamos para este proceso de cambio con un fuerte apoyo de las autoridades de la universidad. También buscamos usuarios clave, como Ethel Rojo, la Directora General del área de alumnos de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales que fue la primera facultad en implementar el sistema. Todas estas personas fueron un gran apoyo que sostuvo el proyecto.

InfoSIU: ¿Qué significó la adopción del SIU-Guaraní para la universidad?

HK: Para nosotros significó consolidar información, tener un sistema que brinde servicios de calidad. Logramos tener un sistema único con un ahorro enorme de esfuerzo y de tiempo en el desarrollo. Antes cuando había que presentar algo en el Ministerio había que trabajar con un mes de anticipación.

Al poco tiempo de implementar el sistema SIU-Guaraní, estando de paseo en un pueblo del nordeste de la provincia de misiones llamado San Antonio, en el límite con Brasil, donde los caminos para acceder a este poblado son de tierra y por lo tanto de difícil acceso, con lo cual la población queda un poco aislada del resto del país, escuché a dos jóvenes hablando, y uno le decía al otro que tenía que ir al cibercafé a inscribirse en las materias del segundo cuatrimestre de la carrera. Al hablar con ellos me contaron que eran de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales; durante el tiempo de cursada vivían en Posadas, donde está la Facultad. Hasta entonces debían realizar un viaje de 6 horas para ir a inscribirse, y otro tanto para regresar a su pueblo, con el gasto de dinero y tiempo que eso significa. Gracias al SIU-Guaraní, en segundos resolvían lo que antes les tomaba un día entero. Con esta anécdota me dije “misión cumplida”.

SIU: ¿Qué aportó el trabajo colaborativo en red a la experiencia?

HK: Estar dentro de una comunidad durante todo este proceso de cambio ha sido fundamental en múltiples aspectos. Para mí fue una experiencia sumamente enriquecedora, no solo en lo personal sino también en lo institucional y profesional. Cada vez que tuvimos problemas técnicos sabíamos que teníamos una comunidad que nos ayudaría a resolverlo en poco tiempo.

Actualmente seguimos sosteniendo el trabajo colaborativo. Yo dejé la gestión y continué mi actividad docente y de investigación, y en estos espacios trasladé estas nociones. Desarrollamos una maestría con la Universidad Nacional del Nordeste que va por su 5ta cohorte, y un doctorado con las Universidades Nacionales del Nordeste y la Universidad Tecnológica en Resistencia. Asimismo, desarrollamos jornadas de calidad del software con estas universidades. Es decir, que replicamos este concepto de trabajo al resto de las actividades vinculadas con la docencia y la investigación.

La filosofía de trabajo colaborativo, armando comités de desarrollo y de usuarios, ahora es reconocido y valorado al interior de la universidad, y también afuera. No hay países que tengan esta estructura ni en América Latina ni en Europa. Hoy, si cada universidad tuviese que desarrollar y mantener sus sistemas sería imposible con la situación real que tienen las universidades. Hay que comprender el valor que tiene esta práctica con el rol del Estado como coordinador, y el hecho del ahorro de dinero y de esfuerzo.

Fueron muchos años de sentir que estábamos escribiendo historia. Y siempre fue dentro de una comunidad, no hay un llanero solitario, aunque sí hubieron personas que le pusieron pasión al proyecto y aportaron el valor de decir "vamos". Por eso rescato el factor humano como un elemento central. En este sentido tengo que destacar fundamentalmente el rol de Luján Gurmendi y de Ricardo Williams, así como el de Eugenio Bellia, en su rol más técnico. De los representantes de las universidades, tengo presentes a Daniel Bollo de la UNC, Horacio Masachessi, de la UNR, y a Javier Díaz de la UNLP, que tuvieron un rol clave en este proceso.

InfoSIU: ¿Qué horizonte vislumbra para el SIU-Guaraní?

HK: Cualquiera en IT que piense que las cosas van a quedar así como están tiene que dedicarse a otra cosa. En 2022 apareció ChatGPT y en dos años fue una revolución. El cambio que puede implicar la incorporación de la IA generativa en los sistemas de gestión aparece como un desafío imposible de evitar. Y van a seguir los cambios. Las eras tecnológicas son cada vez más cortas. Yo empecé a trabajar con tarjeta perforada en una IBM 360 que tenía el poder de la centésima parte de un celular y ocupaba una habitación de 10 por 10. Hay que adaptarse al cambio, uno debe innovar, por supuesto con un sustento teórico y con experiencia.

Sin embargo, lo que no va a cambiar es la filosofía de fondo del trabajo colaborativo, de la integración de comunidades, de escuchar al otro

Desde el SIU y toda la Comundiad agradecemos al equipo de la Universidad Nacional de Misiones que participó en aquel momento de la implemntación de SIU-Guaraní y al equipo actual por continuar apostando a esta construcción con sus aportes y colaboración constante.

>> Ver la primera nota de esta serie dedicada a los 25 años del SIU-Guaraní en InfoSIU #137